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Hábitos felinos
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Hábitos felinos

de María de los Ángeles Linares Mendoza

Centroamérica representa apenas el 1% de la extensión territorial del mundo, sin embargo, representa el 8% de la biodiversidad mundial. Y como parte de esta intensa biodiversidad, Centroamérica es hogar de magníficos felinos salvajes. De las 17 especies de félidos que habitan en Latinoamérica, 6 especies, tales como el jaguar, el puma, el yaguarundi, el tigrillo, el ocelote, el oncilla y el margay presentes en las selvas y espacios protegidos de la región centroamericana, entre ellas la Reserva de la Biosfera Maya compartida por México, Guatemala y Belice), la Moskitia, el Refugio de Vida Silvestre Texiguat y los Parques Nacionales Montaña de Yoro y Pico Pijol, en Honduras, el Parque Nacional Cerro Saslaya, ubicado en la Reserva de la Biosfera de Bosawás y las reservas naturales Alamikamba y Limbaika en el Caribe Norte de Nicaragua, el Área Natural Protegida San Carlos Cacahuatique en El Salvador y la Península de Osa y el Parque Nacional Corcovado en Costa Rica.

Especies felinas que también son fuente de inspiración para el indómito imaginario centroamericano, especialmente la figura del jaguar, considerado un símbolo de poder, divinidad y un nexo con el inframundo, especialmente en las culturas mesoamericanas. El jaguar era venerado como un animal sagrado, un símbolo de fuerza, valentía y autoridad para las élites, quienes a menudo adoptaban el epíteto "jaguar" para ostentar su estatus. De hecho, este suponía una conexión con los dioses y el inframundo: Los mayas antiguos lo asociaban con el inframundo y el sol nocturno, creyendo que podía transformarse y servir como un puente entre el mundo terrenal y el espiritual. Y por supuesto, en una región rica en tradiciones orales y leyendas, los gatos también son protagonistas de cuentos populares, como el gatonejo en El Salvador, producto de la creencia en la unión entre un gato y un conejo.

En el mundo libresco, la relación entre literatura y gatos es una de esas conexiones curiosas y a veces misteriosas. En muchas obras, los gatos no son solo animales; son símbolos, metáforas, o incluso personajes con vida propia. Su independencia, su silencio y su elegancia han capturado la imaginación de escritores a lo largo de los siglos, que los han retratado como seres mágicos, sabios o incluso como portadores de presagios. Y es que no es raro que el escritor que ama a los gatos se vea reflejado en ellos: el gato Teodoro de Julio Cortázar, Odín y Beppo de Jorge Luis Borges, Snowball de Ernest Heminway, Monsi y Vais de Elena Poniatowska, Catarina de Edgard Allan Poe o Tiger de las hermanas Brönte, son algunos ejemplos de esa fascinante relación entre la literatura y los felinos. En el contexto centroamericano nos viene a la memoria la narrativa del escritor guatemalteco Gerson Ortiz y sus relatos contenidos en su obra La legua de los gatos; textos breves, simbólicos e introspectivos, que te atrapan y te hacen suyos sintiendo la aspereza de las oscuras realidades de sus personajes y los sórdidos escenarios en los que se desenvuelven. Y por supuesto, en el terreno poético, encontramos un poemario de una joven promesa de las letras guatemaltecas cuyas composiciones poéticas y rimadas nos ayudan a reflexionar sobre la humanidad a través de la vida de los gatos. Y será este poemario gatuno el que nos acompañe en nuestro caminar por letras centroamericanas el día de hoy. Nos referimos al poemario Hábitos felinos de la escritora guatemalteca María de los Ángeles Linares Mendoza.

Los Hábitos Felinos de María de los Ángeles es una colección de poemas que, “entre haikus, sonetos, romances, caligramas y algunos versos libres, describen las actividades y aficiones de los gatos en las diferentes etapas de sus vidas mientras acompañan al yo poético”. En palabras de la propia escritora “es un libro contemplativo de la belleza y el misterio que envuelve a los gatos”.

Los poemas de Hábitos felinos expresan delicadeza, amor, admiración y un respeto sin precedentes. Con un estilo depurado y alejado de artificios, cada estrofa enmarca imágenes entrañables y alimenta la imaginación del que los lee. Hábitos felinos es un registro poético. El misterio, la sensualidad de los gatos, su universo individualista, la energía tan particular que los envuelve, se convierte en parte de un imaginario.

En palabras del reconocido actor, pintor, escritor y dramaturgo guatemalteco, Guillermo Monsanto, en este poemario encontramos la esencia de María de los Ángeles Linares: su independencia y resiliencia; sus individualidades y la manera con la que concede su amistad; su escritura recia y telúrica, refinada y directa.

En el poema Paseo de ausencia, María de lo Ángeles recita:

Pasos vienen y van,

son parte de una rutina,

a veces limpios,

a veces, manchados de lejanía.

Y es que la poesía de María de los Ángeles es una poesía contemporánea, actual, fluida y generosa. En Hábitos felinos, la poeta desnuda su corazón y lo reviste con pura materia gris.

En el poema Verde, la poeta escribe:

Enormes ojos,

de color aceituna,

acidez en la mirada

dureza de semilla,

dulzura de fruta

elegancia de olivo.

Este poemario felino describe el ser y alma gatuna en seis capítulos. Hábitos de luz es el primero de ellos, con poemas como Amanecer, Abrigo Abrazo, Ámbar y lavanda, Deidad doméstica, ¿A qué huele un gato asoelado?, Cazador de luz, Perfume solar y Gata de colores. El segundo, Rutinas felinas, incluye los poemas Gato de luna, Yoga para gatos, Deambulaciones felinas, Más que un gato, Entre páginas y ronroneos, Acróbatas del viento, Meditación felina y Baño de fotones. Conductas misteriosas, el tercer capítulo, incorpora los poemas Sombra caminante, Pupilas de lana, Romance del gato gato, Liquidez felina, Coleccionista de misterios, Sueños aterciopelados, Felinidad cuántica y Diente de León. El cuarto capítulo, Juegos nocturnos, incorpora los poemas Ojos de gato, Constelación felina, Sinfonía nocturna, Pequeña sombra, Pequeña serenata nocturna, Saltos de luna y estrellas, Ráfaga nocturna y Puntos y rayas. ¿De dónde vienen los gatos? es el quinto capítulo e incluye los poemas Verde, Mito de origen, Vibraciones cuánticas, Calicó, Gato frutal, Creación felina, Galaxia de seda y Gatos de atardecer. El último capítulo titulado ¿A dónde van los gatos?, incluye los poemas Haikú de jardín, ¿Hacia dónde?, Paseo de ausencia, Gatos efímeros, Semántica de un gato, Fugas felinas, Breve infinitud y Vuelta a la luna.

Hábitos felinos introduce aspectos de las vanguardias de inicios del siglo XX, cerrando cada capítulo con un caligrama, en los que los versos adaptan divertidas siluetas gatunas. De esta forma, María de los Ángeles Linares recupera la innovación literaria del poeta cubista y crítico de arte francés Guillaume Apollinaire, quien los cultivó extensamente y publicó en su famosa compilación “Caligramas. Poemas de la paz y de la guerra”, aparecida el mismo año de su muerte, en 1918. De esta forma, los versos gatunos de la poeta se combinan con el aspecto visual del poema, de manera tal que la caligrafía y la disposición de las palabras construyen sobre la superficie de la página una imagen alegórica al poema.

El poemario Hábitos felinos fue ganador del concurso nacional de poesía femenina “Odette Arzú Castillo” en su edición de 2024 en la que se presentaron 48 propuestas poéticas. La académica Yolanda Gamboa, en su discurso durante la entrega del premios expresó que “además de la creatividad, este poemario demostraba un conocimiento de la técnica poética. La mayor sorpresa fue saber que se trataba de una poeta novel: María de los Ángeles Linares”.

Y es que María de los Ángeles se aficionó desde muy pequeña a las letras, ya que su madre la incentivó para que leyera constantemente. Admite que fue la poesía la que atrapó su atención, y una de sus influencias más claras fue Federico García Lorca. De hecho, el poema Romance del gato gato está dedicado a este escritor español, en el que la poeta expresa:

Gato duende y travieso,

aparece en el camino,

juega con las sombras

y camina con sigilo.

La autora de Hábitos Felinos utiliza la poesía para reflexionar sobre la humanidad a través de la vida de los gatos. Ella señala que, al tratarse de su primera publicación formal, no quiso adentrarse en temas sociales, de política ni de denuncia, porque cree en la necesidad del arte también como catarsis. Ella afirma que la temática ya estaba decidida y es que quería dedicar un poemario a los gatos. En un frío mes de diciembre, llegó el primer gato, porque los gatos simplemente se instalan. Tras encariñarse con el felino, experimentó la pérdida, debido a que el gato se fue. Sin embargo, en ella quedó la inquietud de rendirle un homenaje a la manera que tienen estos animales de ser.

Definitivamente Hábitos felinos es un bonito homenaje al universo gatuno. En el poema Entre páginas y ronroneos, la poeta declama:

Una gata es la perfecta compañera de lecturas,

guardiana de libreras, desde las alturas,

comparte estanterías con las letras.

Y en centroamérica entre líneas deseamos unirnos a este sincero homenaje que brinda la poeta al mundo de los gaturris por dos razones con nombre propio. Baguira y Thea. Baguira y Thea son las gatitas de labiblioteca, café de libros. Ambas son gatitas que vivieron en situación de calle y fueron recuperadas por la organización guatemalteca Comunidad Gatuna. Baguira es una gatita de pelaje corto negro azabache y ojos de color ámbar encendido. Un atropello le destrozó la mandíbula cuando apenas tenía cuatro meses y con cuidados y varias intervenciones logró sanar. Thea es una gatita de pelaje semilargo, de color Neva Masquedade y rasgos de abolengo siberiano, por su carácter extrovertido y explorador. Ella fue rescatada de un hogar en el que convivía con muchos gatos y en condiciones higiénicas no muy salubres. De hecho, sus ojos se infectaron y aunque se trató medicamente, la infección era tal que tuvieron que cauterizarlos.

Y en honor al trabajo que hace Comunidad Gatuna Guatemala en el rescate de gatitos y gatitas en situación de calle, así como con sus diferentes programas y servicios en favor de los gatos, le dedicamos este pod de poemas gatunos Hábitos felinos de María de los Ángeles Linares Mendoza, como nuestra particular forma de agradecimiento eterno. Gracias a Comunidad Gatuna Guatemala, muchos gatitos y gatitas curan sus heridas físicas y emocionales y que, al igual que Thea y Baguira, encuentran un hogar en el que pueden ronronear seguros, con una vida gatuna llena de constantes mimos, apacibles siestas y rica comida. En redes sociales, principalmente en Instagram, puede conocer más sobre el trabajo y cómo apoyar a Comunidad Gatuna, y si desea visitar a Baguira y Thea, las encontrará como gatitasdeguatemala.

El binomio humano y gatos es una relación basada en intereses comunes: por parte del humano, afecto y presencia y de parte de los gatunos, compañía y confianza. Los gatos no suelen tener actitudes gregarias y la amistad entre gatos y humanos se basa en determinados supuestos: si estos supuestos empiezan a fallar en la vida real, el lazo amistoso puede debilitarse y romperse. Y para mantener este delicado equilibrio, debemos empezar a abandonar la visión antropocéntrica de la relación ser humano-mascota: la premisa es que nuestros gatos no deben ser nuestros subordinados, sino amigos en condición de iguales. Como así lo expresa la poeta en la composición Romance del gato gato:

Gato gato encantador,

tan curioso y divertido,

ser indomable,

sabe ser buen amigo.

Una de las muchas señales que los gatos demuestran esta relación equitativa es que ellos se comportan con nosotros de un modo idéntico al que emplearían con otros gatos. Una vez establecida esa relación equitativa de amistad, los gaturris tienen una particularidad especial; se acercan a la gente y la aceptan a través de la lengua; si un gato te lame, definitivamente formas parte de su círculo de confianza; te aceptan com parte de su existencia.

La poeta María de los Ángeles escribe en su poema Gato de Luna:

Mishito blanco

luces y sombras,

algodón ronroneante

de nubes fugaces

sobre granizo afelpado.

Y en su poema ¿A qúe huele un gato asoleado?, la poeta declama:

Un gato recién asoleado huele a sol.

Paradójicamente, la lengua gatuna es áspera. Sus lenguas están cubiertas de cientos de espinas puntiagudas curvadas en la misma dirección llamadas papilas, que son las responsables de darle un tacto tan áspero a su lengua. Estas finas estructuras contienen una cavidad vacía en la punta que desempeña un papel clave en el aseo felino y en su forma de desmostrarnos su confianza en nosotros. Y qué decir de las caricias que nos ofrecen con sus patitas suaves, cuyas afiladas uñas nos pueden dejar un recuerdo indeleble por algún tiempo. Como así lo escribe la poeta María de los Ángeles Linares es su poema Más que un gato:

La ternura y la violencia en un mismo ser,

la suavidad de una delicada zarpa blanca

que oculta las pequeñas guadañas bajo el guante.

Lengüetazos y caricias, actos de cariño y lealtad que, en verdad, puede llegar a lastimar, tal y como la vida misma nos puede llegar a tratar.


María de los Ángeles Linares Mendoza escribió Hábitos felinos de y La Pepita editorial la publicó en 2024.

María de los Ángeles Linares Mendoza nació en 1990. Es una escritora, copywriter, editora y comunicadora guatemalteca. Además del poemario Hábitos felinos, su producción poética también se encuentra en medios digitales como la revista El circo del ojo. De los premios otorgados mencionaremos el primer lugar en el concurso de poesía Odette Arzú Castillo en 2024. María de los Ángeles es fundadora del club de lectura Bookis GT.

Hábitos felinos es su primera obra publicada por La Pepita Editorial. Este proyecto editorial fue fundada por la escritora e investigadora hispano-guatemalteca María Odette Canivell. La Pepita Editorial, especializada en la promoción de la literatura escrita por mujeres guatemaltecas, está inspirada en la figura de María Josefa García Granados y Saborío, conocida como La Pepita y considerada como referente de las mujeres escritoras de Guatemala. Como parte de su compromiso con el desarrollo literario, Editorial Pepita organiza diversas actividades, incluyendo talleres y concursos de escritura diseñados para incentivar la participación de nuevas autoras, destacando el Concurso Nacional de Poesía Femenina Odette Arzú Castillo y el Concurso Nacional de Literatura Femenina María Goubaud de Castillo.


Fuentes consultadas:

  • Linares Mendoza, María de los Ángeles. Hábitos felinos. Guatemala: La pepita Editorial, 2025. ISBN: 978-9929-8350-6-1.

  • Vásquez, Noé (2025). Mujeres que escriben - Pódcast | Episodio 2: María de los Ángeles Linares. En: Academia Guatemalteca de la Lengua (31 de marzo). Recuperado de: enlace.

  • Cinco escritoras son reconocidas por dos editoriales de mujeres (2024). En: Ruda, Cuerpo y territorio (12 de diciembre). Recuperado de: enlace.

  • Mendizábal, Ana Lucía (2024). Escritoras emergentes se alzan con premios literarios.En: EP investiga (22 de diciembre). Recuperado de:enlace.

  • Gatos salvajes de América Central (202?). En: Big Cats Wild Cats. Recuperado de: enlace.

  • Bueno, Isabel ((2023). El jaguar, felino sagrado de Mesoamérica. En: Historia National Geograhic (14 de junio). Recuperado de: enlace.

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